Claudia Aragó Gardú

El divorcio es una experiencia compleja para todos los miembros de la familia, especialmente para los niños. Aunque a menudo los adultos intentan manejar la situación de forma respetuosa, los más pequeños pueden experimentar emociones intensas que no siempre logran expresar con claridad. En este contexto, la psicoterapia infantil se convierte en un recurso fundamental para brindar el apoyo emocional que los niños necesitan durante y después de una separación.

El impacto del divorcio en los niños

Cuando los padres se separan, el mundo emocional del niño puede cambiar radicalmente. Aunque cada caso es diferente, algunos efectos comunes son:

  • Sentimientos de culpa, creyendo erróneamente que son responsables del conflicto.
  • Miedo al abandono o a perder el vínculo con uno de los progenitores.
  • Cambios en el comportamiento: irritabilidad, retraimiento, bajo rendimiento escolar o dificultades para dormir.
  • Ansiedad, tristeza o confusión ante la nueva dinámica familiar.

En edades tempranas, los niños no tienen las herramientas cognitivas ni emocionales para comprender lo que está ocurriendo. Por eso, es fundamental acompañarlos con sensibilidad, y si es necesario, con ayuda profesional en psicoterapia infantil.

¿Cómo ayuda la psicoterapia infantil tras un divorcio?

La psicoterapia infantil ofrece un espacio seguro y adaptado a la edad del niño para que pueda:

  • Entender lo que está ocurriendo en su entorno de manera adecuada a su etapa de desarrollo.
  • Identificar y expresar sus emociones sin sentirse culpable o juzgado.
  • Reforzar su autoestima y sensación de seguridad.
  • Aprender herramientas para adaptarse a los nuevos cambios familiares.
  • Reconstruir el vínculo con ambos progenitores desde una perspectiva sana.

A través del juego, el dibujo, el diálogo y técnicas específicas, el niño puede procesar lo que vive desde un lugar de contención emocional y acompañamiento profesional.

El rol de los padres durante la terapia infantil

Aunque los niños son los protagonistas en este proceso, el compromiso de los padres es esencial. No se trata solo de llevar al niño a consulta, sino de participar activamente en el proceso terapéutico.

Algunas recomendaciones para los padres durante un divorcio:

  • Evitar discusiones o reproches delante de los hijos.
  • Validar sus emociones y permitirles expresarse libremente.
  • Mantener rutinas estables que les proporcionen seguridad.
  • Fomentar una relación saludable con ambos progenitores siempre que sea posible.
  • Buscar orientación profesional si notan señales de malestar emocional.

La orientación de una psicóloga infantil puede ayudar a los padres a manejar la situación de manera más consciente, evitando errores comunes y fortaleciendo el vínculo afectivo con sus hijos.

Psicóloga Claudia Aragó: acompañamiento profesional para tu hijo

En momentos de cambio y confusión como un divorcio, los niños necesitan un entorno que les brinde contención, comprensión y estabilidad emocional. La psicoterapia infantil con la psicóloga Claudia Aragó está diseñada para ofrecer ese espacio seguro, ayudando al menor a procesar sus emociones y adaptarse a los nuevos desafíos con mayor serenidad.

Claudia cuenta con amplia experiencia en psicología infantil, trabajando con herramientas lúdicas y terapéuticas que respetan el ritmo de cada niño, y guiando a las familias en este proceso tan delicado.¿Estás atravesando un proceso de separación y te preocupa cómo lo vive tu hijo? Escríbenos y agenda una primera consulta. A veces, un pequeño paso puede marcar una gran diferencia en su bienestar emocional.