Claudia Aragó Gardú

El final del año no solo afecta a los adultos. Para muchos niños, diciembre puede convertirse en un periodo especialmente desestabilizador. Cambios de horarios, vacaciones escolares, reuniones familiares y un aumento de estímulos pueden generar irritabilidad, estrés y desregulación emocional. En este contexto, la psicoterapia infantil se presenta como un apoyo valioso para ayudarles a transitar esta etapa con mayor calma y seguridad.

Entender qué les ocurre y cómo acompañarlos adecuadamente marca una gran diferencia en su bienestar emocional.

Por qué los niños se alteran más a final de año

Los niños necesitan rutinas para sentirse seguros. Cuando estas se rompen, aunque sea por algo aparentemente positivo, pueden aparecer conductas que desconciertan a los padres.

Algunas reacciones frecuentes en esta época son:

  • Cambios de humor repentinos.
  • Mayor irritabilidad o llanto sin causa aparente.
  • Dificultad para dormir o para concentrarse.
  • Conductas regresivas, como volver a demandar atención constante.

Estos comportamientos no indican “mal comportamiento”, sino una dificultad para gestionar emociones intensas. La psicoterapia infantil ayuda a comprender el mensaje detrás de la conducta y a ofrecer respuestas ajustadas a su edad y desarrollo.

Cómo la psicoterapia infantil ayuda a regular emociones y conductas

En psicoterapia infantil, el niño encuentra un espacio seguro donde expresar lo que siente, incluso cuando no sabe ponerlo en palabras. A través del juego, el dibujo y el diálogo adaptado, aprende a identificar emociones como el enfado, el cansancio o la frustración.

Por ejemplo, un niño que se muestra más irritable durante las vacaciones puede estar experimentando ansiedad por la falta de estructura. En terapia, se le ayuda a reconocer esa sensación y a desarrollar estrategias para autorregularse, como anticipar cambios o expresar necesidades.

Además, el trabajo terapéutico incluye orientación a los padres, ofreciendo herramientas prácticas para acompañar al niño desde casa con mayor calma y coherencia.

Estrategias prácticas para un fin de año más equilibrado

La psicoterapia infantil no solo se centra en el niño, sino también en su entorno. Algunas pautas que suelen trabajarse en este periodo son:

  • Mantener pequeñas rutinas, como horarios de sueño o momentos tranquilos diarios.
  • Anticipar los cambios, explicando con palabras sencillas qué ocurrirá en los próximos días.
  • Validar las emociones, evitando frases como “no pasa nada” o “no es para tanto”.
  • Reducir la sobreestimulación, equilibrando actividades sociales con espacios de descanso.

Cuando estas estrategias se aplican con constancia, los niños se sienten más seguros y disminuyen las conductas de estrés.

Cuando pedir ayuda profesional marca la diferencia

Si el malestar se intensifica o se prolonga, la psicoterapia infantil puede ser clave para prevenir dificultades mayores. Pedir ayuda no significa que algo vaya mal, sino que se está priorizando la salud mental del niño y su desarrollo emocional.

Un acompañamiento temprano permite que el niño aprenda recursos que le servirán no solo ahora, sino también en futuras etapas, como la adolescencia.

Claudia Aragó: psicoterapia infantil en Valencia con un enfoque cercano

La psicóloga en Valencia Claudia Aragó acompaña a niños y familias desde una mirada respetuosa y profesional, ayudándoles a transitar momentos de cambio con mayor tranquilidad. Su experiencia en psicoterapia infantil permite abordar el estrés, la irritabilidad y las dificultades emocionales desde un enfoque adaptado a cada etapa del desarrollo.Si deseas que tu hijo viva este fin de año con mayor equilibrio emocional, puedes solicitar una sesión a través del formulario de contacto de la web. Cuidar su bienestar hoy es una inversión en su futuro emocional.